lunes, 29 de junio de 2009

Mina La Tungar- Los Alemanes y los Nazis


LOS ALEMANES Y LOS NAZIS

Existen testimonios concretos sobre los detalles de la explotación de minerales que hicieron los nazis en plena segunda Guerra Mundial, en una mina cercana a la localidad de Buta Ranquil.

La TUNGAR

Este es el nombre de la mina a la que se comenzó con el relato, un paraje ubicado a 20 kilómetros aproximadamente de la localidad de Buta Ranquil, al que se accede desde el sur (provenientes de la ciudad de Chos Malal) por Ruta nacional Nº 40 (asfaltada), y desde el norte por la misma ruta desde Buta Ranquil, del este por Ruta Provincial Nº 7 (ripio consolidado).

Allí se levantó un pueblo en la década del ´40 que tenia “luz eléctrica, agua, panadería, carnicería, enfermería” y otras instalaciones que permitían que una población, de unas 400 personas, viviera en el lugar. Actualmente se pueden observar los cimientos que comienzan a ser cubiertos por matas de molle y de jarilla.

Tantos años después, ese secreto salió a la luz, en medio de las ruinas del que quizá haya sido el único pueblo levantando especialmente por los nazis en argentina.

HISTORIA

La Tungar Sociedad Anónima Minera inicia sus actividades los primeros meses del año 1943. Los dos yacimientos explotados fueron La Riqueza y san Eduardo, el InCA fue la sociedad que inició sus actividades en el año de 1939 y cuatro años más tarde transfiere a la Tungar, una empresa de alemanes con sede en Capital Federal.

En agosto de 1945, la Tungar es intervenida por la Junta de Vigilancia y Disposición de Propiedad Enemiga, para transformarse casi inmediatamente en propiedad del Estado Nacional. Esta intervención y expropiación se produjo como consecuencia de la tardía declaración de guerra de nuestro país a la Alemania Nazi. En ese mismo año la empresa continúa sus trabajos bajo la órbita de la reciente creada Dirección General de Combustibles Sólidos antecesora de Yacimientos Carboníferos Fiscales.

Los alemanes que laboran en esta actividad: ingenieros técnicos, capataces y trabajadores llevan en el país entre 5 y 15 años, sin poder identificar a ninguno llegado en tiempos de guerra.

Existen dos vestigios que no se abasteció de insumos a la industria bélica de Hitler:

1. Desde la entrada de los E.E.U.U. el control de mares, sobre todo el Atlántico del Sur, está en manos aliadas. El momento de mayor producción de estos abastecimientos carboníferos (aceptando que la asfaltita poseía una buena ley de vanadio) es posterior a la afirmación del control aliado sobre los mares del sur, esto fue muy difícil para barcos que debían transportar voluminosas cargas.

2. El material extraído mayormente asfaltita, una vez embarcado en el tren de Zapala tenía por destino la industria del cemento en la provincia de Buenos Aires y la Compañía Argentina de Electricidad. Las canteras y compañías de cemento de Alfredo Fortabat tenían un estrecho vínculo con el complejo de empresas alemanas en el país y en el caso de la compañía eléctrica hasta 1939 estaba en manos de bancos berlineses.

Estos últimos datos son significativos y se relacionan con las especiales circunstancias que atravesaba el país en cuanto a la provisión de combustibles sólidos. Hasta el tiempo de la guerra el carbón consumido era importado. Si la asfaltita producida en las minas del norte neuquino era desviada a un destino extraño, hacia terceras naciones para luego desembarcar en la Alemania nazi, sería un tema difícil de resolver, por la misma situación que ocurría en ese momento.

2 comentarios:

  1. En los años 90 Koening, que era traductor entre los nazis y los argentinos en La Tungar me confesó que lo que importaba era el vanadio que era llevado a la Alemania nazi. Esto lo publiqué en su momento en el diario La Mañana del Sur

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  2. Muy interesante historia. En unos días voy a estar por allá para conocer este lugar.

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